"Aquí estamos otra vez reunidos en cuadrilla para honrar a los Santos Justo y Pastor, patrones de esta villa. Antes de empezar queremos disculparnos por llevar tantos años sin el Paloteado, pero hoy venimos para haceros disfrutar. Para la Virgen de la Peña y para San Justo y Pastor, el más grande y puro", explicó el Mayoral de Fustiñana durante el espectáculo celebrado ayer en la localidad. Cientos de residentes se dieron cita en el día en que se conmemora a los patrones de Fustiñana para ver la resurrección del Paloteado que desde hace 15 años no se había representado.
Los asistentes pudieron disfrutar con la retahíla de versos que los dos protagonistas del escenario recitaron, el Mayoral y el Rabadán (representados por Javier Sola y Javier Beltrán, respectivamente), durante una hora de actuación. Al ambiente festivo contribuyeron los más de diez bailes que protagonizaron los dantzaris del grupo Barde-Ribera, conjunto formado por diez personas con edades comprendidas entre los 22 y 49 años. "Los chicos nos harán disfrutar, algo han tenido que aprender después de tanto ensayar aunque los veo un poco fondones y viejicos. Gente joven nos tiene que venir a representar.", reclamó en más de una ocasión el Mayoral ante la escasa renovación en el grupo de danzas. Los rostros del grupo reflejaron el serio trabajo que habían llevado en los ensayos semanales durante los meses anteriores, pero los gritos y aplausos del público fueron el apoyo suficiente para que los palos de los danzantes se meneasen con fuerza y entusiasmo.
