Rocamador llama al folklore en la calle y a Vísperas.
En Sangüesa siete parejas de dantzaris bailaron como lo hacen desde hace quince años; la iglesia se llenó para la Salve Rosariera.
La fiesta hervía ayer en Sangüesa por todos los rincones, con los gaiteros, la txaranga de Lumbier, y la banda. En este ambiente, se abrieron paso hasta las Arcadas, como lo vienen haciendo desde hace quince años, catorce dantzaris del grupo local, Rocamador Dantza Taldea, que en la tarde de las Vísperas ofrecen sus danzas populares. Ayer bailaron: Ingurutxo de Sangüesa, una danza nueva basada en una música antigua de Sangüesa; la Polka y la Jota Vieja, al son de los txistus y tamboriles de Madinabeitia y de Vital. Entre los dantzaris, tampoco faltó en esta ocasión el veterano Juan Pedro Aramendía, fundador del grupo, que junto a su hijo, Iker y a Ana Elarre, son los que más tiempo les han dedicado. "Representamos nuestro folklore, y lo hacemos presente en el inicio de las fiestas", manifestaba Juan Pedro Aramendía.
Hace treinta y ocho años, Rocamador Dantza Taldea se puso en danza y para Sangüesa siempre ha representado el referente de sus bailes populares. Además, extendieron su buen hacer y su paciencia por los pueblos de la comarca: Aibar, Cáseda y Lumbier, entre ellos, y gracias a su existencia se difundieron los bailes que actualmente se han convertido en reclamo en los programas de fiestas de todos estos pueblos, cuyas plazas se quedan pequeñas para bailar y contemplar estas danzas. Como sucedió ayer al atardecer en Sangüesa, con los bailes de los gaiteros en las Arcadas. Ya lo decía Juan Cruz Labeaga, el día anterior. Buen conocedor de aconteceres sangüesinos, reconocía que era uno de los momenticos de muchos vecinos y que las Arcadas se quedaban pequeñas. Atribuía a Rocamador su labor en pro de folklore de la ciudad, y ayer, Juan Pedro Aramendía le correspondía por su público agradecimiento: "Aunque a veces nos enfademos mucho, con piropos como el de Juan Cruz son más que suficiente para seguir adelante", expresaba el veterano dantzari.
Rocamador se vestirá hoy de gala, con el traje rojo y negro de fiesta del siglo XVII, y acompañará a la corporación.
En Sangüesa siete parejas de dantzaris bailaron como lo hacen desde hace quince años; la iglesia se llenó para la Salve Rosariera.
La fiesta hervía ayer en Sangüesa por todos los rincones, con los gaiteros, la txaranga de Lumbier, y la banda. En este ambiente, se abrieron paso hasta las Arcadas, como lo vienen haciendo desde hace quince años, catorce dantzaris del grupo local, Rocamador Dantza Taldea, que en la tarde de las Vísperas ofrecen sus danzas populares. Ayer bailaron: Ingurutxo de Sangüesa, una danza nueva basada en una música antigua de Sangüesa; la Polka y la Jota Vieja, al son de los txistus y tamboriles de Madinabeitia y de Vital. Entre los dantzaris, tampoco faltó en esta ocasión el veterano Juan Pedro Aramendía, fundador del grupo, que junto a su hijo, Iker y a Ana Elarre, son los que más tiempo les han dedicado. "Representamos nuestro folklore, y lo hacemos presente en el inicio de las fiestas", manifestaba Juan Pedro Aramendía.
Hace treinta y ocho años, Rocamador Dantza Taldea se puso en danza y para Sangüesa siempre ha representado el referente de sus bailes populares. Además, extendieron su buen hacer y su paciencia por los pueblos de la comarca: Aibar, Cáseda y Lumbier, entre ellos, y gracias a su existencia se difundieron los bailes que actualmente se han convertido en reclamo en los programas de fiestas de todos estos pueblos, cuyas plazas se quedan pequeñas para bailar y contemplar estas danzas. Como sucedió ayer al atardecer en Sangüesa, con los bailes de los gaiteros en las Arcadas. Ya lo decía Juan Cruz Labeaga, el día anterior. Buen conocedor de aconteceres sangüesinos, reconocía que era uno de los momenticos de muchos vecinos y que las Arcadas se quedaban pequeñas. Atribuía a Rocamador su labor en pro de folklore de la ciudad, y ayer, Juan Pedro Aramendía le correspondía por su público agradecimiento: "Aunque a veces nos enfademos mucho, con piropos como el de Juan Cruz son más que suficiente para seguir adelante", expresaba el veterano dantzari.
Rocamador se vestirá hoy de gala, con el traje rojo y negro de fiesta del siglo XVII, y acompañará a la corporación.